400 cadáveres y un lapicero.

400 cadáveres y un lapicero.

Acaban de encontrarlos en Belchite, enterrados a menos de medio metro de profundidad. Aún se desconoce el número exacto. Eran vecinos de Belchite, Azuara, Codo y Fuendetodos. Entre los objetos hallados junto a los esqueletos hay algunos botones y la mina de grafito de un lapicero, con la madera carcomida.

El 20 julio del 36 – dos días después del levantamiento-, entre las diez y las doce de la noche, las falanges de los dedos índices de las manos derechas de un puñado de falangistas apretaban los gatillos de sus pistolas disparando contra las nucas de sus víctimas. En ese momento, la falange del dedo índice de la mano izquierda de uno de aquellos campesinos republicanos, que no era analfabeto, soltó un lapicero que no volvería a escribir nunca más.

Falanges que aprietan pistolas, puños que sueltan lapiceros.
Apretar y soltar.

El actual alcalde del PP, Carmelo Pérez Diez dijo, en Antena TV Aragón, que nadie del pueblo había reclamado los cuerpos.

Tampoco nadie ha reclamado el lapicero.

Todo acaba en cero: Lapi…cero y 4, cero, cero. Ceros a la izquierda. Eran republicanos. Borrón y cuenta nueva. Total, un lápiz y 4 muertos de hambre, … la mayoría jóvenes de entre 18 y 23 años. Todo apunta a que hubo un plan premeditado para acabar con la juventud. Eran tan jóvenes que apenas pudieron dejar descendencia que los añore, que los reclame ahora…

¡¿Quién va a preguntar por ellos?!…eh, alcalde… ¿Quién va a preguntar por un lápiz y por cuatro muertos de hambre?

Constantino Lafoz Garcés de 35 años, campesino y padre de 5 hijos, detenido por los republicanos meses después de la masacre, reconoció haber matado a 55 de ellos, 50 hombres y 5 mujeres. Se había afiliado a la Falange -probablemente forzado-, el día antes de la matanza, para salvar su pellejo y el de su familia.

A los señoritos de la falange del pueblo, los de Acción Ciudadana, los Requetés y la guardia civil, no les debía gustar mancharse mucho las manos. El registrador de la propiedad de Belchite, el farmacéutico, el hijo del juez, el alguacil, el médico…, preparaban los paseos y las sacas. Torturaron a Mariano, el alcalde republicano, que intentó suicidarse en la celda intentando salvar a su mujer, a su hermano, a su hijo, …No lo consiguió. Dejó una carta de despedida manchada de sangre que pone los pelos de punta. No lo dejaron morir desangrado, el médico lo impidió y lo llevó, vivo, a que le dieran el tiro de gracia.

Don Antonio el registrador, Miguel Salas, Narciso Garreta, el requeté…, impolutos, sus trajes limpios, preferían que los tiros de gracia los dieran otros. Parece que se centraron en torturar, repartir pistolas, órdenes y, si hacía falta, amenazar a los pobres desgraciados que se negaban a matar a sus vecinos a cambio de su propia vida y la de sus familias. 

Mataban los chulos, los pobres desgraciaos con cinco hijos, obligados, y los tonticos, como el tió Titulo de mi pueblo, a pocos kilómetros de allí. Los de la falange se lo llevaban con ellos en sus paseos nocturnos y le “dejaban” disparar a él.

El alcalde de PP se equivoca. Sí que hay personas – de su pueblo y de otros muchos pueblos-, que reclamamos los muertos.

La nieta de Constantino Lafoz, el que disparó 55 veces, está luchando en la asociación Mariano Castillo Cascarro de Belchite para que se dignifiquen los cuerpos y su memoria. Dando la cara por lo que tuvo que hacer su abuelo para salvar a su familia y para que ella, ahora, pueda estar viva y dando la cara. Qué responsabilidad tan grande te ha tocado llevar sobre tus espaldas, María Ángeles. José Vidal, el presidente y creador de la asociación, me ha dicho por teléfono que sabes cuál es tu sitio, tu responsabilidad. Seguramente quieres pedir disculpas en nombre de tu abuelo a esos cuerpos y, si puede ser, a sus familiares vivos.

El tió Titulo, el tontico de mi pueblo, corroído por los remordimientos, gritaba por las noches y se intentaba arrancar las uñas de los pies para paliar, con el dolor físico, el dolor de su alma. Él también reclamaba cada noche, a gritos, los cadáveres de sus víctimas; denunciaba la atrocidad de la que había sido empujado a ser un tonto protagonista.

 El tió Titulo, no obtuvo ningún título por sus asesinatos, pero seguramente el registrador de la propiedad de Belchite y los perversos ideólogos de la matanza, sí que se quedaron con algún título de propiedad de las casas y campos de los “desaparecidos”.

¿Quién tiene más dolor dentro, la víctima o el asesino?… ¿los hijos de los unos o de los otros?
¿Cómo se limpia el dolor de una tierra, …de mi tierra?… ¿Con el silencio del chulo, del estratega de la masacre, del que acumuló títulos de propiedades ajenos… o con los gritos desesperados del tió Titulo, el tontico de mi pueblo?… ¿Desvelando el secreto, como pide María Ángeles, o dejándolo oculto bajo tierra?

Cualquiera con un poco de conciencia reclama la dignidad de aquellos jóvenes, de sus restos.

Yo, además, reclamo el lapicero.
Porque ese lapicero es nuestro. De todos.

Porque nos hemos perdido todo lo que podía haber escrito, las respuestas a miles de preguntas que nos hacemos y que nos seguiremos haciendo, montones de poesías posibles enterradas de mala manera en un descampao, palabras muertas para siempre, nombres propios que ya no se nombraran nunca más…

…A no ser que escribamos con ese lápiz, testigo y relevo, los nombres y apellidos de cada uno de los muertos; que escribamos nuestras disculpas por habernos olvidado tanto tiempo de ellos. De los hermanos Sargantanas, del hojalatero, el Listero, el Alpargatero, el Sopas, Carruela, Simón Pedro Juan y su hija, la Pascualota, las Muñecas, de los abuelos de Joan Manuel Serrat, …

Algunos preferirán no escribir, seguir en el silencio. Otros seguirán teniendo una pistola en la mesita de noche, al lado del cortaúñas, por si acaso, y se cortarán las uñas de los pies cada noche, con los dientes apretados, pensando en sus enemigos políticos.

Pero quizás, algún día, escribirán sus disculpas los hijos o nietos de los asesinos, en nombre de sus antepasados de derechas o de izquierdas, que también los hubo.

Quizás, algún día, podamos darles por fin a nuestros hijos una tierra donde pasear tranquilamente sin miedo a que se encuentren, en cualquier momento, con un pozo sin fondo de dolor bajo sus pies o en la mirada oscura de algún paisano.

Quizás ese humilde lápiz tiene una goma de borrar en su extremo y, alternando mano izquierda, mano derecha, nos atrevamos a borrar para siempre la línea de silencio y rencor que nos divide.

Quizás, quizás, quizás…

Miguel Ángel Aladrén Campos.

Video – Barcelona sota les bombes

http://btvdatalab.github.io/barcelona-800-dies-sota-bombes-/webDoc.html

Aquí tenim un video sincronitzat amb una animació que reflexa, sobre un mapa de l’època, on van bombardejar els feixistes Barcelona, entre l’any 1937 i el 1939.

Es un document gràfic molt ben fet, val la pena mirarlo i reflexionar, especialment als que coneixem la ciutat, ja que  podem canviar el mapa i veure on van caure les bombes sobre els carrers actuals.

Relat familiar

Testimoni de les ferides sofertes per Adolf Rius Satorra al bombardeig del 17 de març de 1938

El meu pare Adolf Rius Satorra era ebenista, tenia un taller petit a Esparreguera que durant la guerra va quedar inactiu a la força. El taller va ser tancat en un intent no reeixit de col·lectivitzar la petita indústria d’ebenisteria del poble. Així que el meu pare va haver de guanyar-se la vida fent de drapaire, comprant i venent draps vells que, en plena guerra, eren ben valorats per a ser reciclats.

Bombardeig, 17 de març 1938 – Aiguafort del llibre: Marieta, 14 aiguaforts i textos, dedicat a la meva germana Maria nascuda setmesona a conseqüència del bombardeig– Roser Rius - 2015
Bombardeig, 17 de març 1938 – Aiguafort del llibre: Marieta, 14 aiguaforts i textos, dedicat a la meva germana Maria nascuda setmesona a conseqüència del bombardeig– Roser Rius – 2015

El dia 17 de març de 1938 el meu pare anava en tramvia cap a un petit magatzem que havia llogat prop del Paral·lel, quan l’aviació feixista va bombardejar la ciutat. (1) Tinc entès que l’objectiu era la fàbrica d’electricitat del Paral·lel, les tres xemeneies, però les bombes van errar al menys en part la diana i van caure damunt d’un autobús i del tramvia on ell anava, a la cantonada del Paral·lel (llavors avinguda Francesc Layret) i la ronda de Sant Pau. El pare ens explicava que només es van salvar dues persones de les que anaven dalt del tram, ell i el conductor, i que es van salvar perquè no van baixar corrents esparverats per les sirenes i les bombes que aquells tres dies de març no paraven de caure sobre diferents indrets de la ciutat. El terra del vehicle els va salvar la vida, però part de la metralla va aconseguir foradar la plataforma i els va ferir greument, ell ve perdre un ull, que li van haver d’extirpar en viu per salvar l’altre, ja que no hi havien reserves d’anestèsia a l’Hospital Clínic i també va patir una greu ferida a la cama. La ferida es va infectar i el metge li va dir que només hi havien dues alternatives, tallar la cama o intentar salvar-la estant-se tot el temps de boca terrosa perquè la infecció no quedés sobre la ferida i anés supurant. Al darrer any de la guerra no quedaven antisèptics (crec que encara no era corrent utilitzar sulfamides) i amputar era la solució més corrent. Ell es va estar un grapat de setmanes boca terrosa fins que la infecció va desaparèixer i l’amputació ja no va ser necessària, va salvar la cama encara que la ferida no va cicatritzar mai del tot. Tenia sis fills i necessitava les dues cames.

Com a conseqüència del bombardeig, va succeir una altra desgràcia familiar: la meva mare, que llavors era mestra de la Generalitat a Sant Pere de Riudebitlles, estava embarassada de set mesos. Al tenir noticia de les ferides del seu marit, va deixar el fill gran, de 6 anys, al càrrec de tres dels germans, i acompanyada del segon, de 5 anys, se’n va anar a Barcelona, va recórrer tot l’hospital buscant-lo entre vius i morts. Al final va ser ell qui la va cridar, estava irrecognoscible degut a les ferides. Deu dies després,a resultes de l’ensurt i del trasbals, venien al món dos bessons, setmesons i molt petits degut a les carències d’aliments que patia tota la població. El petit no va sobreviure més d’un parell de dies. La nena per sort va tirar endavant. La Maria va ser el número 6 d’una colla de germans que després de la guerra arribaríem a onze, el meu número a la tribu.

Roser Rius i Camps

(1) Villarroya i Font, Joan – Els bombardeigs de Barcelona durant la Guerra Civil, 1936-1939

Video amb testimonis en primera persona dels bombardeigs a la Barceloneta

El día 22 de gener de 2012 la Sala X de l’Audiència Provincial de Barcelona feia pública la interlocutòria 632/2012.

Amb ella admitia a tràmit la querella presentada per l’associació ALtraitàlia recolçant la demanda d’Alfons Canovas i Anna Raya, veïnes de la Barceloneta, contra els membres de l’Aviazione Legionaria responsables dels bombardeigs de la ciutat de Barcelona l’any 1938.

Aquells atacs, que van provocar milers de morts en la ciutat, van ser dels primers de la historia obertament destinats a atemorir i castigar a la població civil.

….Veure vídeo complert a YouTube

Entrevista a Rolando d’Alessandro, promotor de la denuncia contra el estado italiano por los bombardeos aéreos durante la guerra civil

El pasado 19 de abril se realizó en Alcorisa (Teruel) una mesa redonda en torno al pasado y la actualidad de la intervención de la Italia fascista en la guerra civil española. También se quiso recordar, como se está haciendo en otros puntos de la geografía, el 75 aniversario de los primeros bombardeos de la historia que tuvieron como objetivo la población civil.

Como ponentes en la mesa redonda participaron el historiador Dimas Vaquero y el periodista y traductor Rolando d’Alessandro, de origen italiano y residente en Barcelona desde hace más de 20 años.

Rolando es un activista vinculado a asociaciones de emigrantes italianos residentes en Cataluña que han interpuesto una denuncia contra el estado italiano por crímenes de lesa humanidad durante la guerra civil. Los bombardeos de Barcelona, como los del Bajo Aragón y otras zonas, constituyen un crimen de guerra.

Entrevistamos a Rolando para conocer con más detalle esta iniciativa y sus primeras consecuencias.

P. — ¿Qué os llevó a un buen número de italianos a asociaros?

R. — La necesidad de experimentar una nueva forma de hacer política en la diversidad, aprendiendo de los movimientos sociales del país que nos acogía.

P. — Italia también tuvo un pasado fascista. ¿Cómo se planteó el tema de la memoria histórica con la instauración de la democracia después de la Segunda Guerra Mundial?

R. — Básicamente como una reivindicación de valores en los que tiene que fundarse la convivencia en una sociedad. El antifascismo es uno de ellos, junto con la defensa de todas las libertades, la aspiración a la justicia social, la igualdad ante la ley, la democracia. Por supuesto que con el tiempo se han venido afirmando interpretaciones distintas, con la institucionalización —y en cierto sentido banalización— de algunos mitos fundadores de la república italiana, como la resistencia de los maquis a los nazi-fascistas. También, desde la época Berlusconi, han venido ganando terreno posiciones revisionistas que definen el régimen de Mussolini como “autoritario” en contraste con el totalitarismo de Hitler y Stalin.

P. — ¿Por qué os planteasteis emprender acciones judiciales contra el estado italiano por unos hechos ocurridos en España hace setenta y cinco años?

R. — Porqué aun no se había hecho… Para nosotros es evidente que los crímenes de aquella época no deben dejarse caer en la impunidad y el olvido. Como italianos también queríamos afear de esta manera la conducta de nuestros gobiernos republicanos a los largo de estas décadas, gobiernos que siempre se han negado a asumir ninguna clase de responsabilidad institucional, que han llegado a cobrar de Franco la deuda que éste había contraído con Mussolini, o que han tolerado celebraciones y homenajes a antiguos combatientes de la Aviazione Legionaria que habían martirizado poblaciones civiles. Y porque creemos que las heridas hay que limpiarlas para que cicatricen bien.

P. — ¿Cuál es la base jurídica que fundamenta la acusación de crímenes contra la humanidad?

R. — La violación de distintas convenciones internacionales vigentes en la época y que prohibían los ataques contra población civil. Además se tiene en cuenta la imprescriptibilidad de delitos de lesa humanidad.

P. — ¿En qué situación se encuentra actualmente la denuncia que habéis interpuesto?

R. — La Sala X de las Audiencia Provincial de Barcelona ordenó con una interlocutoria la admisión a trámite de la querella, así como el inicio de una serie de actuaciones. La primera consiste en establecer si algunos de los aviadores acusados sigue con vida y su paradero. Habida cuenta del tiempo transcurrido, del hecho que los aviadores italianos contaban con falsas identidades y de la lentitud de la burocracia italiana tememos que el procedimiento pueda encallarse en esta fase. Cabe decir que también las administraciones catalanas llamadas a la causa por la resolución judicial (que ofrecía al Ayuntamiento de Barcelona y a la Generalitat de Catalunya la posibilidad de personarse en el proceso) han contestado con un incomprensible silencio. Aunque parezca inaudito los representantes institucionales de los bombardeados y sus descendientes están haciendo caso omiso a la posibilidad de conseguir justicia para sus ciudadanos. En Italia, en juicios parecidos contra criminales de las SS, siempre se han personado todas las administraciones locales, regionales y hasta el ministerio de exteriores. Por otro lado esta pasividad de los gobernantes de Barcelona y Catalunya contrasta con la prontitud con la que actúan presentándose como acusadores particulares en casos tan nimios como el de manifestantes acusados (y posteriormente absueltos) por daños a contenedores de basura.

P. — ¿Qué pretendéis con vuestra acción judicial? ¿Tiene consecuencias en el presente más allá de las cuestiones simbólicas?

R. — A nuestro entender, además del valor simbólico de reconocimiento, aunque tardío, a la resistencia y el sufrimiento de las poblaciones bombardeadas hay posibles consecuencias muy concretas. La primera es que se abre la vía judicial para que otras poblaciones afectadas por los bombardeos emprendan acciones legales. Otra, es el radical cambio en la lectura histórica de la guerra de España como de una guerra civil, entre dos bandos. En realidad la intervención de Italia y Alemania en apoyo a un golpe militar contra un gobierno legal, fue el primero episodio en tierras europeas de la ofensiva bélica expansionista del eje nazi-fascista. Y fue una intervención decisiva desde el punto de vista material y logístico. Puede afirmarse sin ninguna duda que sin la ayuda italiana y alemana el golpe de estado contra la república habría fracasado y las tropas de Franco difícilmente hubieran podido cruzar el estrecho de Gibraltar. Otro aspecto muy concreto es la posibilidad de reclamar compensaciones por los daños causados por las bombas y tropas italo-alemanas, tal como ha ocurrido en todos los países que antes y durante la Segunda Guerra Mundial tuvieron que padecer la agresión de las potencias nazi-fascistas.

P. — España es el segundo país del mundo, después de Camboya, que tiene más fosas comunes. ¿Cómo entiende esta situación un europeo educado en los valores democráticos? ¿Crees que España padece una anomalía en el contexto europeo sobre el tratamiento del pasado reciente?

R. — Es una anomalía que sólo puede explicarse por la falta de una auténtica ruptura con el régimen anterior. Un régimen que se basaba en una serie de anti-valores y en una concepción bárbara de la relación entre vencidos y vencedores. Negar el derecho a decenas y decenas de miles de familias a dar sepulturas y honrar a sus muertos es algo realmente sobrecogedor.

P. — Habéis conseguido que se produzca en España el primer juicio sobre la guerra civil que cuestiona la actuación del bando vencedor. Actualmente la justicia argentina ha emprendido actuaciones de este tipo contra el estado español. ¿Cómo valoras estas situaciones y el procesamiento por genocidio del expresidente de Guatemala, Ríos Montt?

R. — La ley de Amnistía de 1977 sólo puede proteger a los ciudadanos españoles. Es una ley de punto final que instaura la impunidad. En otros países este tipo de leyes se han conseguido derogar con la consolidación de la democracia. Esta ley impide juzgar a ciudadanos españoles por actuaciones cometidas durante la dictadura, pero no puede anular las actuaciones contra personas y estados extranjeros que intervinieron directamente en el conflicto.
Creo que es importante que los genocidas, los opresores, los criminales de estado sepan que no tienen garantizada la impunidad y, aún más importante, que se establezcan a nivel internacional una serie de precedentes que confirmen la existencia de unos principios fundamentales, superiores a cualquier legalidad estatal. Y es importantísimo que esto se dé por la tenacidad de los pueblos a mantener viva su memoria.

Entrevista realizada por Pascual Aguilar para la revista Balcei de Alcorisa